El tratamiento comienza con una pequeña extracción de sangre del propio paciente, similar a una analítica. Esta sangre se procesa en una centrifugadora para separar el plasma rico en plaquetas, que contiene factores de crecimiento clave para la regeneración celular.
Una vez obtenido el PRP, se aplica cuidadosamente mediante microinyecciones en la zona que necesita regeneración: rostro, cuero cabelludo u otra área específica. Este paso estimula los tejidos desde el interior, activando los mecanismos naturales de reparación.
Las plaquetas liberan factores de crecimiento que promueven la producción de colágeno, elastina y tejido nuevo. Esto mejora la textura de la piel, reduce arrugas, fortalece los folículos capilares y favorece el crecimiento del cabello.
A diferencia de otros tratamientos, el PRP actúa de forma gradual y duradera. A partir de la segunda semana ya se observan mejoras visibles, con resultados que pueden mantenerse durante meses gracias a la regeneración celular activa.
El tratamiento con plasma rico en plaquetas está indicado para personas que desean mejorar la calidad de su piel o estimular el crecimiento capilar de forma natural, sin recurrir a cirugías. Si deseas rejuvenecer tu rostro, fortalecer tu cabello o acelerar la regeneración celular, nuestro equipo médico evaluará tu historial clínico, conversará contigo sobre tus objetivos y determinará si eres un buen candidato para este tratamiento regenerativo.
