Antes de iniciar el tratamiento, se analiza el estado de la piel para determinar el tipo de peeling más adecuado según el objetivo: despigmentar, renovar, tratar acné o rejuvenecer.
Se aplica una solución exfoliante sobre el rostro que actúa de forma controlada, provocando una renovación celular. El proceso varía en intensidad según el tipo de ácido utilizado.
El peeling provoca una descamación progresiva, eliminando células muertas, impurezas y estimulando la regeneración de la piel con un efecto revitalizante y uniforme.
La piel se muestra más luminosa, suave y rejuvenecida desde la primera aplicación. Con sesiones continuadas, se potencia la mejora en manchas, poros, textura y tono.
El peeling facial es una opción ideal para quienes desean mejorar visiblemente la calidad de su piel sin recurrir a procedimientos invasivos. Si tu piel presenta manchas, imperfecciones, signos de acné o simplemente necesita una renovación, este tratamiento puede ayudarte a recuperar su luminosidad y uniformidad de manera segura y eficaz. Nuestro equipo evaluará tu piel y te recomendará el peeling más adecuado para ti.
